Sobre la pasión y el disfrute en tu actividad profesional
Vocación profesional
Vivir para trabajar.
Trabajar para vivir.
Siempre nos han dicho que es mejor lo segundo, ¿verdad? Pero, ¿y si te dijese que hay una tercera opción?
Ahí va: fusionar tu trabajo con tu vida para que, también cuando trabajes, vivas. Lee esta última frase las veces que necesites.
De esto precisamente va encontrar tu vocación profesional: va de llegar a la conclusión que tu profesión es una parte inalienable de tu vida, hasta el punto que deseas llevarla a cabo porque sientes que es beneficiosa para ti y necesaria para los demás.
Es en este momento cuando florecen esos sentimientos de pasión por el trabajo y cuando las personas damos el máximo en esa área en la que actuamos laboralmente.
¿Cómo conseguir llegar a esta especie de comunión con tu trabajo? La motivación en tu actividad profesional y la vocación profesional tienen 3 aspectos clave que se tienen que cumplir en todo momento:
1) Esa actividad te beneficia a ti.
2) Esa actividad beneficia a alguien: sirves a una causa mayor que consideras relevante, sin efectos colaterales para nada ni nadie.
3) Esa actividad está dentro de tus habilidades y capacidades.
El disfrute del trabajo y encontrar eso que llaman “pasión” es el resultado de movernos profesionalmente siempre alineando estos 3 puntos.
Sigue conmigo si quieres profundizar un poco más.
Descubre tu vocación: guía (ultra) rápida
PASO 1# Encuentra tus talentos
Tu talento es una aptitud con la que has nacido que te permite hacer algo bien de forma natural. Deberás indagar para descubrir qué habilidades tienes (es decir, qué problemas concretos resuelves expresando talento).
PASO 2# Encuentra los contextos donde brillas (tu pasión)
Tus talentos se expresan siempre en contextos.
Por ejemplo, si se me da bien la oratoria puedo utilizarla con mis hijos, con mis alumnos, en una negociación con un cliente, en una conferencia o en un debate con un amigo.
Mismo talento (oratoria), diferentes contextos. Es tu misión encontrar aquellos contextos donde sientas que tu talento brilla de verdad, donde te sientes realmente cómodo expresando esa habilidad natural.
PASO 3# Resuelve problemas que merezcan la pena ser resueltos
La vocación profesional te conecta con algo más grande que la tarea que ejecutas, más grande incluso que uno mismo.
Sabes que has encontrado tu vocación porque estás conectado con el deseo de contribuir a que algo bueno suceda ahí fuera. Piensa por ejemplo en un médico o un maestro vocacionales: se deben a sus pacientes o sus alumnos, respectivamente.
Deberás poner el foco fuera y preguntarte: ¿qué puede mejorarse en el mundo y cómo puedo poner mis pasiones al servicio de esa causa?
PASO 4# Honra lo que es importante en tu vida
En el viaje a descubrir tu vocación no puedes desatenderte por el camino.
Vocación es sinónimo de disfrutar y de sentir que tu vida es una experiencia amable, siempre. Así, las personas que han encontrado su vocación no diferencian entre su vida profesional y su vida personal: han llegado a la conclusión de que son todo una.
Por eso es importante que siempre, a cada instante, honres lo que consideras importante, al tiempo que aportas al mundo desde la expresión de tu pasión.
PASO 1# ¿En qué eres bueno/a?
Piensa, ¿qué se te da bien? ¿Qué dice todo el mundo que se te da bien? Cuando no tienes nada que hacer, ¿qué haces? Piensa que hay muchos momentos en los que puedes ser “bueno/a”.
Tal vez eres bueno resolviendo problemas (del tipo que sea), o te expresas muy bien (sueles convencer a tus amigos en un debate).
Es posible que se te dé bien la decoración y la pintura (habilidad espacial) o que puedas controlar muy bien tu cuerpo haciendo alguna actividad (tocar la guitarra, arreglar una bicicleta o jugar a un deporte).
Puede que salgas a la naturaleza y comprendas los ecosistemas y los miembros del mismo… O tal vez tengas especial sensibilidad para la música.
Es posible que tengas una relación profunda contigo mismo/a pudiendo dar respuesta a preguntas que te haces a ti mismo/a… O puede que tengas especial sensibilidad para ponerte en la piel de los demás y sentir y pensar como ellos/as.
El talento puede incluirse en alguno de los grupos que describió Howard Gardner en su libro Inteligencias múltiples.
Es decir,en lo primero que tienes que centrarte es en encontrar aquello en lo que tienes la intuición de que eres bueno/a y no menos importante, desarrollarlo.
Por ejemplo si se te da bien la oratoria, ¿cómo puedes mejorarla? ¿Cómo puedes ponerla en práctica? ¿Quién puede ensañarte? ¿Quién es tu referente?
PASO 2# ¿En qué contextos BRILLAS?
El talento siempre se expresa de diferente manera atendiendo al entorno, las circunstancias y los actores que intervienen. Así, puedes expresar el mismo talento en diferentes contextos.
Así, puedo utilizar mi habilidad para hablar en público en mis talleres y también en mis conferencias. Mi habilidad de empatía la utilizo en mis sesiones de coaching y también cuando imparto conferencias (así sé si el público me está siguiendo o no, por ejemplo).
¿Se te da bien la música? Prueba diferentes instrumentos. Tal no eres tan buen instrumentista (te falta la habilidad) pero eres buen creador de canciones o buen productor de música.
¿Te gusta mucho el tenis? Puede que no seas tan buen jugador pero te encanta la estrategia de ese deporte y puedes ser un buen profesor (si tienes empatía y oratoria) o escribir libros (expresión escrita).
¿Te gusta hablar? Puede que te gusten más unos temas que otros; puede también que te sientas más cómodo debatiendo o negociando pero no te guste impartir charlas.
De lo que se trata aquí es de que comiences a explorar es muchos contextos eso que se te da bien hasta que cumplas las siguientes reglas de oro:
- Disfrutas haciendo lo que haces.
- No te da parece ponerte manos a la obra.
- El tiempo vuela o pierdes la noción del tiempo.
- Terminas esa actividad con más energía que cuando empezaste.
Si das con esa actividad donde confluyen estas 4 características: BRAVO, has encontrado una de tus pasiones.
PASO 3# ¿Qué PROBLEMAS quieres resolver?
Como te decía antes, la vocación tiene que ver con sentir que formas parte de algo más grande que tú mismo/a. Así, deberás poner tu pasión al servicio de esa causa. Este es un punto clave.
Te paso las preguntas que me ayudaron a descubrir dónde quería actuar a través de la expresión de mi pasión.
- ¿A qué mundo te gustaría pertenecer?
- ¿De qué quieres ver más en el mundo?
- ¿De qué quieres ver menos? ¿Qué herida debe ser sanada?
Se trata aquí de que te conectes con una causa por la que sientas que tiene sentido invertir tu tiempo, tu energía y tu talento.
PASO 4# No te desatiendas por el camino
A lo largo de mi vida me he encontrado con personas que se han volcado tanto en una causa externa que han terminado desatendiéndose por el camino.
Personas que se vuelcan tanto en lo que hacen que se olvidan de que hay otras cosas que atender: salud, familia, ocio, aspiraciones personales, desarrollo personal, etc.
Te regalo la pregunta que cambió mi vida en este sentido, ¿listo/a? Allá va:
- Imagina tu vida ideal dentro de 5 años, ¿cómo sería?
Da todo lujo de detalles: ¿dónde estás? ¿Qué haces? ¿Cuánto ganas? ¿Cuántas horas trabajas? ¿Cómo te ven los demás? ¿Cómo te encuentras físicamente?
Responder a estas preguntas te hará crear una lista de aspectos que deberás tener en cuenta en tu vida, más allá de aportar a los demás a través de tus pasiones y talentos.
REGLA DE ORO: ¿DISFRUTAS con lo que haces?
¿Sabes? La clave para saber que has encontrado tu vocación es esta: DISFRUTAS cada instante de tu vida.
Así, la regla número 1 para comenzar el viaje al encuentro de tu vocación es asegurarte de que el viaje es algo amable, algo que merece la pena ser vivido.
Total, si te resultan muy engorrosos lo pasos que te he propuesto, quédate con esto: no te olvides nunca de disfrutar. Haz lo que tengas que hacer a cada momento para estar bien y sigue a tu instinto: él tiene más información que tú.
Si no un día despiertas y te encuentras con que no estás disfrutando con tu trabajo, significa que tienes que cambiar alguna de estas cosas:
- Lo que haces y los problemas que resuelves.
- El contexto en el resuelves esos problemas.
- A quién sirves con lo que haces.
- Lo haces de modo sin desatender ningún aspecto importante en tu vida.
La vocación es algo dinámico
Cuando éramos pequeños nos preguntaban lo que queríamos ser de mayor, ¿Recuerdas?
Lo cierto es que cada vez que lo pienso se me ponen los pelos de punta: me parece la peor pregunta de la historia; la peor pregunta que le podemos hacer a un/a niño/a.
Déjame que te explique.
La pregunta lleva intrínseca dos afirmaciones.
- Afirmación 1: “Has de ser algo en la vida”.
- Afirmación 2: “Debes saber YA lo que quieres ser en la vida”.
Menudo estrés, queridos y queridas. Menudo estrés para nuestro peques.
Esta pregunta, amigos, está fatal planteada. Es la antipregunta.
En lugar de preguntarles a los peques este tipo de aberraciones, deberíamos esforzarnos para que descubran sus áreas de interés y sus habilidades (y claro, exponerles a contextos donde puedan potenciarlas). Luego, con el tiempo, podremos ir explicándoles qué tipo de profesiones o actividades profesionales podrían ser compatibles con sus talentos y áreas donde disfrutan.
Si quieres preguntarle algo a un niño/a para despertar su interés o para hacerle un poquito más consciente de lo que sabes acerca de sí mismo y su futuro, te invito a que formules estas otras preguntas:
- ¿Qué es lo que más te gusta del cole? ¿Qué momento del cole es el que más te gusta?
- ¿Qué es lo que más te gusta hacer en casa cuando no te obligan a hacer nada?
- Imagina que tienes poderes mágicos, ¿a dónde te gustaría ir y que te gustaría hacer en ese sitio?
Un día escuché por ahí que los adultos preguntamos a los niños qué quieren ser de mayores… porque aún estamos buscando la respuesta. No puedo estar más de acuerdo.
Déjame contarte algo importantísimo: la profesiones en sí mismas son irrelevantes. Tan solo tienen sentido en cuanto a lo que aportas al mundo a través de ellas.
Piensa que si todo va bien a lo largo de una vida deberás tener multitud de profesiones diferentes acordes con el desarrollo y transformación de tus talentos y de los contextos en los que las expresas; además de que tu idea de servir también podrá ir variando con el tiempo, indagando en nuevas formas de aportar nuevo valor al mundo.
¿Qué te vas a llevar de esta vida?
¿Sabes? Un día descubrí que no iba a vivir para siempre.
Un día me do cuenta de que lo que me voy a llevar al final de esta vida es lo que vivo… Y desde ese día comencé a vivir lo que me quiero llevar.
Encontrar tu vocación profesional es la mejor manera de vivir cada instante de forma coherente y plena.
La realización personal no es hacer lo que tienes que hacer solo en tu propio beneficio; tampoco es desatenderte y solo pensar en cómo arreglar el mundo.
No es una cosa o la otra.
Son las dos.
Feliz vida.
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