ivanojanguren.com

BLOG DE DESARROLLO PERSONAL DE 

MOTIVACIÓN: ¿Cómo puedo motivarme?

Escrito por: Iván Ojanguren
Publicación: mayo 2, 2019

SUSCRÍBETE

Recibirás GRATIS mi “Guía para descubrir tu talento”

Las reglas para motivarnos ya están escritas: descúbrelas


¿Qué es la motivación?


Sabes de sobra lo que es la motivación: es eso que te empuja a hacer las cosas que quieres hacer. Es esa energía, esas ganas, esa fuerza interior que utilizas en tu propio beneficio para conseguir todo aquello que en un momento dado consideras valioso para ti.

Nada nuevo hasta aquí, ¿verdad? Bien, la siguiente pregunta es la que realmente tiene más miga: ¿cómo funciona el interruptor de la motivación? ¿Alguna vez te has preguntado por qué unas veces tienes energía para comerte el mundo y otras, aún considerando que eso que quieres sea importante, no encuentras la fuerza ni empuje necesarios para llevarlas a cabo?

Aquí está la madre del cordero.

La motivación es siempre algo que parte de uno mismo. Siempre. Tal vez quieras conseguir algo ahí fuera, nos lo dudo. Ahora bien: las ganas para conseguirlo no vienen del cielo sino que parte de ti mismo, de tu propio Ser.

Sigue leyendo: vas a descubrir el origen de la motivación.


Motivación extrínseca Vs. motivación intrínseca


Una idea importante que quiero trasladarte: no creo en la motivación extrínseca (externa). Como te decía, toda motivación al final acaba pasando por uno mismo. Independientemente de si lo que tienes que hacer pasa por un objetivo interno (p.e. aprender inglés) o externo (p.e. un aumento de sueldo), al final la energía y ganas para ponerte manos a la obra pasarán irremediablemente por ti mismo.

No dudo que quieras conseguir algo ahí fuera; lo que pongo en duda es que conseguir cualquier cosa ahí fuera sea el fin en sí mismo. Siempre querrás conseguir algo ahí fuera para a su vez satisfacer algo que está en tu interior.

Así, tal vez quieras conseguir ese empleo, ese ascenso o echar para adelante ese proyecto; pero no lo harás solo por conseguirlo, sino por lo que te aporta conseguirlo. Tal vez te aporte más confianza en ti mismo, más seguridad, más independencia o más bienestar.

Llegamos pues a la parte mas importante de cara a pulsar el botón de tu motivación: descubrir para qué quieres conseguir lo que quieres conseguir.

paraquesirveunobjetivo


¿Para qué sirve un objetivo?


¿Qué razón última hace que nos propongamos conseguir esto o lo otro? Mira, los objetivos no son un fin en sí mismos; son más bien medios para conseguir eso que anhelas que está dentro de ti y que lo obtienes a través de la consecución de tu objetivo o de simplemente caminar hacia el mismo.

Recuerdo el día que me puse como objetivo emanciparme. Así, empezar una vida en la cual yo fuese dueño y responsable de mí mismo era algo crucial ya que me daba fuertes sentimientos de independencia, de confianza en mí mismo y también de sentirme útil viviendo en sociedad. 

Es decir: mi objetivo final en realidad no era emanciparte sino que era tener más independencia, más confianza y sentirme más útil. Esos eran mis verdaderos objetivos. Claro, en aquel momento de mi vida (tenía 26 años por aquel entonces) la manera de conseguir eso era a través de emanciparme.

¿Se entiende la idea? Lo importante cuando hablamos de motivación no es tanto el objetivo, sino lo que tratas de conseguir a través de tu objetivo. Es lo que llamamos en coaching el valor que está detrás del objetivo. Esta es la clave de la motivación: tienes que dar con la razón última por la cual quieres conseguir eso que quieres conseguir (el valor que quieres honrar a través de dicho objetivo).

Una vez que salga a la luz este valor: magia. Tu objetivo tendrá mucho más sentido. Estarás mucho más motivado.


Recuerda: los objetivos no son tan importantes


Tiene su gracia que un coach de vida, es decir: yo, que me encargo de ayudar a las persona a encontrar sus prioridades y objetivos diga que, en realidad, no son tan importantes.

Déjame que te explique.

Sí son importantes en el sentido de que a través de ellos conseguimos vivir acorde a eso que valoramos, a eso que nos importa de verdad. Ahora bien: mucho cuidado con apegarse demasiado a un objetivo, ¿por qué? Puede que una vez que comiences a caminar hacia dicho objetivo te des cuenta de que hay que cambiarlo, transformarlo o incluso, eliminarlo.

No pasa nada. Es normal. ¿Por qué? Porque lo importante no es el objetivo sino lo que representa en tu fuero interno caminar en la dirección marcada por tu objetivo (es decir, el valor que hay detrás de tu objetivo).

Me cruzo con muchas personas que se frustran muchísimo cuando no consiguen eso que se han propuesto sin darse la oportunidad de hacer algo diferente. Se ciegan, se nublan. Y es que se han olvidado de que el objetivo no es el fin, el fin es honrar aquel valor que hay detrás. 

Usa tu objetivo como faro para comenzar el viaje, nada más. No tengas miedo a cambiar de faro si de pronto sientes que la costa a la que te está dirigiendo no es la adecuada. No caigas en la trampa de apegarte a tu objetivo.

Tu objetivo es importante… solo mientras cumple su función. Si deja de motivarnos o si nos frustra significará que ya no nos ayuda como medio así que es sensato o, mejor dicho, obligatorio, dejarlo a un lado y sustituirlo por otro.

gentemotivadasaltando


Herramienta #: Aprende a motivarte


Una vez que hayas formulado correctamente tu objetivo, te invito a que descubras conscientemente qué es lo que tratas de honrar a través de ese objetivo. Esa será la fuente de tu motivación. Eso será lo que te empujará a levantarte por la mañana y hacer lo que tienes que hacer para conseguirlo.

Es importante que hayas establecido una fecha de consecución de tu meta antes de comenzar.

Para poner en práctica esta herramienta te recomiendo que busques un lugar tranquilo en el que puedas estar unos minutos sin ser molestado; de hecho, cuantos menos estímulos externos tengas, mejor. Apaga o silencia tus dispositivos electrónicos y avisa en casa que no estarás operativo/a los siguientes 20 minutos.

¡Tu motivación depende de los próximos 20 minutos! Toda concentración es poca.

¿Listo? Te invito a que sigas los siguientes pasos:

1# Imagina que ya has conseguido tu objetivo

Imagínate con tu objetivo conseguido. Viaja en el tiempo (al futuro) y piensa cómo sería vivir con tu objetivo cumplido. Si quieres, puedes irte incluso unos meses más allá de lo que estimas que estará tu objetivo cumplido.

Deja volar la imaginación. Simplemente piensa en cómo sería tu vida un día cualquiera con ese objetivo cumplido. 

Si no eres capaz de verte a ti mismo/a con tu objetivo cumplido, te recomiendo que eches un vistazo al hilo de posts sobre cómo formular objetivos para eliminar posibles interferencias.

2# Vive intensamente ese momento

¿Ya has viajado en el tiempo? Bien. Ahora, contesta a las siguientes preguntas siempre en primera persona. Aquí te recomiendo que o bien te grabes las preguntas (dejando un espacio generoso para contestarlas) o bien que sea alguien externo de confianza quien te las formule. Escribir las respuestas en un papel también podría servir. ¿Listo?

  • ¿Dónde estás concretamente? ¿Qué estás viendo? ¿De qué color son las cosas que estás viendo?
  • ¿Puedes detectar algún olor o sabor en particular? 
  • ¿Qué temperatura hace?
  • ¿Qué estás haciendo concretamente? ¿Estás tocando algo con tu cuerpo?
  • ¿Estás con alguien? ¿Estás hablando con alguien o tal vez te hablas a ti mismo? ¿Estás pensando algo en particular? 
  • ¿Qué otros sonidos puedes escuchar?

Muy bien, recréate en vivir este momento. Todos los detalles que añadas son bienvenidos.

Ejemplo: estoy en mi casa, ya emancipado, sentado en el sofá escuchando música rock por mis auriculares, concretamente la canción “Get in the ring” del grupo “Guns ‘n’ Roses” y abriendo mi bebida favorita, una cerveza del estilo Imperial IPA. Todo lo que me rodea es fruto de mi trabajo. Estoy solo y disfrutando plenamente de este momento.

3# Descubre qué te aporta tu objetivo: el valor detrás del objetivo.

La siguientes dos preguntas son de vital importancia ya que su la respuesta será la que te proporcione la fuente de tu motivación, es decir: lo que tratas de honrar consiguiendo tu objetivo. Deberás hacer estas preguntas una a continuación de la otra.  ¿Listo?

  • ¿Qué sientes en estos momentos? ¿Qué sentimientos evocan lo que estás viviendo en estos momentos? Ejemplo: me siento bien, siento tranquilidad y buenas sensaciones.
  • ¿Qué te aporta sentir eso que estás sintiendo? Ejemplo: me siento bien, siento que todo tiene ahora sentido.
  • ¿Qué te aporta el hecho de que te esté aportando eso?  Ejemplo: me siento coherente.
  • Permítete vivir este momento mientras te repites internamente lo que te está aportando tu objetivo.

El resultado de la última pregunta será realmente tu fuente de motivación. Lo ideal es que des con una palabra (o conjunto de palabras) que represente lo que te aporta haber conseguido tu objetivo. 

Lo más habitual es que verbalices algún valor que no es más que poner en palabras eso que te importa. De todos modos: no te pierdas en las palabras; lo importante es lo que estás sintiendo en tu cuerpo… las palabras son solo una representación de eso.

corazonsimbolo

4# Encuentra un símbolo

¿Sabías que el lenguaje del cerebro y del inconsciente es simbólico? Es por eso que a veces tenemos sueños extraños que no comprendemos, o que varios artistas representen de distinta forma un mismo concepto.

Con el punto anterior has verbalizado lo que realmente hay detrás de tu objetivo (“coherencia” en el ejemplo); te invito ahora a que vayas más allá y encuentres un símbolo, un amuleto interior que represente de algún modo la fuente de tu motivación y que puedas llevar contigo a todos lados, ¿te atreves?

  • Vuelve a ese futuro con tu objetivo cumplido, siente ese momento, siente con todo tu Ser lo que te está aportando.
  • Ahora, permite que emerja un símbolo que represente todo eso que estás viviendo. No tienes que hacer ningún esfuerzo, simplemente deja que salga a la luz esa imagen, ese símbolo que representa todo lo que estás viviendo y sintiendo en este instante.
  • Permítete mantener ese símbolo en el centro de tu atención consciente unos segundos al mismo tiempo que sientes los beneficios de haber conseguido tu objetivo.

Ejemplo: viene a mi cabeza una llave inglesa. Firme, dura y útil. 

¿Has dado con un símbolo? ¡Enhorabuena!

Ahora ya solo tienes que recordar este símbolo para saber la razón última por la cual quieres conseguir este objetivo. Si no has dado con un símbolo, no pasa nada, alberga dentro de ti la palabra (o conjunto de palabras) que hayas encontrado y: ¡a por tu objetivo!


Recuerda: lo importante es lo que hay detrás del objetivo


Ahora ya sabes para qué quieres conseguir tu objetivo; úsalo como referencia en todo momento para recordarte la razón última por la que ese objetivo es tan importante en tu vida. Úsalo como el interruptor que activará tu motivación.

Ah! y no tengas miedo a cambiar de objetivo para elevar tu para qué al lugar que consideres oportuno.

 

Ahora, dime: ¿cuál es la motivación de tu próximo objetivo? ¡¡Deja tu respuesta en el post!!

2 Comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados