Descubre la clave de la convivencia
Convivencia: ¿cómo se consigue?
Esto se explica en primero de Sociología: uno de los aspectos más importantes para la convivencia de todos los individuos de una sociedad es el aprecio a las diferencias de los demás, en sentir que las diferencias en nuestra sociedad aportan un valor añadido al entorno y que son justamente estas diferencias las que hacen que la humanidad avance y se desarrolle.
Es más: una verdadera sociedad plural fomenta los espacios multiculturales y crea espacios de intercambio donde personas con diferentes puntos de vista, religión o estilos de vida puedan convivir y compartir. Puedan comprenderse. Puedan respetarse.
¿Por qué? Porque otras maneras de hacer y de pensar aportan perspectivas frescas a la sociedad de modo que surgen nuevas ideas, nuevos horizontes. Es decir: surge el progreso.
Si queremos construir un mundo en el que todos quepamos tenemos que interiorizar que existen multitud de enfoques e interpretaciones sobre la misma cosa… Y que no solo está bien que existan, sino que es deseable de cara a la propia evolución del ser humano.
Es decir: aprecio al diferente. Aprecio a lo distinto. Aprecio a aquello que no entendemos. Esa es la clave. Ojo, apreciar no signifique estar de acuerdo; significa que comprendes a la otra parte, que respetas su decisión, aunque no la compartas.
Vale, y eso, ¿cómo se hace? ¿Cómo puedo comprender y apreciar algo que, a priori, me parece raro o incluso incomprensible?
Es justamente el objeto de este artículo.
Como de costumbre, solo quiero hacerte pensar y que entre los dos podamos subir a la azotea de tu vida y poder contemplarla de una manera desapegada de modo que cuando bajes a los pisos inferiores, tengas más perspectiva de quién eres y de dónde te encuentras; es decir, tengas más información, más herramientas, más recursos; en definitiva, seas una persona más consciente de ti mismo/a.
VERDAD Vs. Verdad
Existen dos tipos de verdades.
Por un lado tenemos las verdades que son verdad para todo el mundo.
Y por otro las verdades que solo son verdad para uno mismo (o para un conjunto de personas que compartan la misma verdad).
Por ejemplo: ¿es verdad que Estados Unidos está al norte de Mexico? Preguntale a todo el mundo y te responderá con un “sí” (salvo que no tenga un mapa delante y no sepa la diferencia entre Norte y Sur). Ahora bien: ¿es verdad que es más seguro trabajar para una multinacional que para una pequeña empresa?
La segunda pregunta tal vez sea verdad, pero solo para una parte de las personas encuestadas. Otras incluso no sabrían qué contestar.
¿Qué estamos tratando aquí? Lo que trato de hacerte ver es que todos tenemos nuestra propia opinión sobre un montón de diversos aspectos de la vida; es decir todos creemos algo en particular sobre casi todas las cosas… y no siempre tenemos por qué coincidir.
Sigue leyendo.
¿Qué es una CREENCIA?
Una creencia es una opinión que tenemos sobre nosotros mismos, los demás o cualquier aspecto del mundo, pero que PARA NOSOTROS ES VERDAD.
Repito: es una opinión.
Un opinión, sí; aunque muy, muy peculiar: para nosotros es verdad.
Todos tenemos creencias sobre muchos aspectos de la vida; ¿qué crees sobre la seguridad en tu ciudad? ¿Qué crees sobre el éxito, la maternidad/paternidad o cuáles son tus creencias sobre la globalización, la liberalización o independencia?
Pregúntale a 10 personas sobre estos aspectos y probablemente recibas distintas respuestas. Es decir, escucharás diferentes opiniones sobre el mismo tema pero que son verdad para cada una de esas personas.
Creencias, amigos, creencias.
Y las creencias NO SON VERDAD. Siento decirte esto. Es decir, no son verdad desde un punto de vista absoluto. Son verdad para ti, claro: no lo dudo. Y es fantástico, en serio. Pero no son verdad de manera absoluta ni a los ojos del mundo ni a los ojos de la totalidad de seres humanos. Es una idea en tu cabeza que te has creído que es cierta, nada más. Tal vez compartas algunas creencias con otras personas: en ese caso creéis lo mismo, opináis lo mismo; eso es todo.
Una botella de plástico es una botella de plástico. Pregúntale al 100% de la población y te contestarán lo mismo. No hay debate al respecto. El plástico es plástico.
Ahora bien: pregunta a la población humana acerca de “qué significa ser un buen padre/madre” y cada persona te dará diferentes matices y opiniones (creencias) sobre esto.
Ey! Yo tengo multitud de creencias que me ayudan a estar en el mundo y que me ayudan a vivir plenamente, me ayudan a relacionarme conmigo mismo, con mi entorno, me ayudan a realizarme como persona y también a vivir conectado con el resto de seres humanos. Pero, ¿sabes qué? Sé que no son verdad: tan solo son verdad para mí.
Te cuento algunas de mis creencias, por si te ayudan a entender este concepto:
- Todos tenemos talento.
- La tristeza es compatible con la felicidad.
- No existe el fracaso, tan solo existen resultados.
- Todos tenemos o podemos conseguir los recursos que necesitamos para conseguir todo lo que queramos.
Es probable que compartas algunas, todas o ninguna en absoluto. Claro, es que son mis creencias.
No tengo ninguna intención de que el resto de la humanidad crea lo mismo que yo: solo aspiro a que eso que crees te ayude a estar en el mundo de la forma más realizada, plena y consciente posible.
Te cuento un secreto: anhelo una sociedad en la que nadie imponga ninguna creencia a nadie: todos debemos llegar a nuestras propias conclusiones por nosotros mismos. La imposición de creencias (del tipo que sean) puede llevar a elevados sentimientos de incongruencia en las personas si más adelante descubren que en realidad opinan algo diferente.
Relee este apartado las veces que consideres necesario antes de pasar al siguiente punto, es de una importancia tremenda. Sobre todo asegúrate de no engancharte con tus propias creencia a la hora de leerlo… ¡sube a tu azotea vital!
Si te estoy revolviendo algo por dentro es buena señal: significa que hay algo que tienes que gestionar a nivel interno. Significa que tienes creencias que estás proyectando como ciertas para el resto del mundo y que no acabas de creerte que solo son verdad para ti. Ups! Lo siento!
Bienvenido al club de la consciencia. Al principio duele un poco… lo sé. Pero tranquilo, el dolor pasa rápido.
Está bien. Estás bien. Permítete desapegarte y seguir tu leyendo.
Características de las creencias
1# Tus creencias tienen mucho poder sobre ti mismo.
Seguro que conoces el efecto placebo: te tomas una pastilla de azúcar creyendo que es paracetamol y se te pasa el dolor de cabeza. Salvo que creas que el paracetamol no te hace nada, en cuyo caso no te pasará el dolor de cabeza, claro.
Mi madre suele tomarse un ibuprofeno antes de salir a caminar para que no le duelan tanto las piernas, dice. El otro día me contó que se levantó con dolores y que se preparó un ibuprofeno antes de salir a la calle y con la misma se fue a caminar, -Que bien me encuentro-, se decía así misma mientras caminaba, convencida del efecto del ibuprofeno. Al llegar a casa, amigos, el ibuprofeno seguía intacto encima de la mesa de la cocina. No se lo había tomado.
La creencia de mi madre de que el ibuprofeno le quita los dolores es más importante que la acción en sí calmante/antiinflamatoria del medicamento.
Mmmmm… Ahora, piensa. ¿Cómo crees que te afectará la creencia de que corres más rápido con unas zapatillas que con otras? ¿O que el marisco sabe mejor en los meses con “erre”? ¿O que necesitas dormir 8 horas todos los días? ¿O que es imposible correr una milla por debajo de los 4 minutos? ¿O que creas que un objetivo es posible… o imposible?
Exacto. Tus creencias modelan tu vida. Tus creencias te pueden hacer más grande… o más pequeño. Tu sistema de creencias define mucho de tu realidad. Y aquí viene la madre del cordero: no eres consciente de la mayoría de ellas.
Ve a tomar el aire. Yo, al menos, tuve que hacerlo.
2# Tus creencias nublan tu objetividad
Recuerdo cuando mi hermano tuvo mellizas hace unos años; no hacía más que ver parejas con gemelos por todos lados. Me creía que había un baby boom pero de niños gemelos.
Cuando comentaba esto entre mis allegados todos me llevaban la contraria. ¿Es que no lo veis?- Les decía. ¡Pero si están por todos lados!
Te propongo un ejercicio. Durante 5 segundos busca objetos a tu alrededor de color negro.
¿Ya?
Bien, ahora, sin levantar la vista de este post, dime cuántos objetos de color blanco has visto.
¿Qué ha pasado? Has centrado tu atención en aquello en lo que estabas buscando, con lo cual solo has visto los objetos de color negro. Bien, con el resto de aspectos de tu vida pasa lo mismo: si crees que tu ciudad es insegura, solo verás los problemas de inseguridad. Si crees que todos los políticos son corruptos: solo verás la corrupción en ellos. Y así sucesivamente.
Es la famosa profecía autocumplida. Siempre trataremos de reafirmar nuestras creencias independientemente de la realidad empírica.
Ahora ya lo sabes.
3# Tus creencias afectan a los demás
Recuerdo el día que dejé mi anterior empleo. Un pequeño porcentaje de personas me dijeron algo así como “Piénsatelo bien, te puede ir mal y aquí estás valorado”; otro pequeño porcentaje me dijo “Iván, a por ello! No me cabe duda de que te va a ir genial y de que ayudarás a mucha gente”; la gran mayoría me dijo: “Te deseo lo mejor en tu nueva andadura”.
Tres mensajes.
¿Qué mensajes creéis que reforzó mi decisión? ¿Qué mensajes creéis que me empoderaron? ¿Qué mensajes me afectaron positivamente? Y al contrario: ¿Qué mensajes me hicieron dudar, me hicieron más pequeño?
Tus propias creencias sobre los demás les afectan directamente. Daniel Goleman en su famoso libro Inteligencia emocional cuenta el experimento que se hizo en un instituto: separaron en dos clases a chavales con rendimiento académico estándar aunque a los profesores les dijeron que una de las clases era de superdotados. Bien, al final del curso, los supuestos superdotados habían obtenido notas sustancialmente mejores. ¿Por qué? La creencia de los profesores de que estos chicos tenían que rendir más acabo afectando directamente en su rendimiento.
Hay más ejemplos como el efecto pigmalión: cuanto más tratas de un modo determinado a alguien, más posibilidades hay de que se comporte de dicha manera, para bien o para mal.
Alucinante, ¿verdad? Ahora ya lo sabes.
4# Tus creencias cambian con el tiempo
¿Sabes? Muchas de las creencias que tienes se formaron de manera inconsciente, autónoma. ¿Acaso recuerdas el día que definiste tus creencias sobre el significado de tranquilidad, éxito o independencia? Claro que no. Simplemente has ido creando, transformando y cambiando tus creencias de forma natural.
Este concepto es importante: las creencias cambian con el tiempo.
¿Que significaba para ti la felicidad a los 5 años de edad?, ¿y a los 15 años?, ¿y a los 30?, ¿y a los 40? De manera inconsciente has ido reciclando lo que creías que era la felicidad. Y lo mismo con el resto de centenares de conceptos abstractos que tenemos en la cabeza.
Lo relevante aquí es que tenemos la capacidad para conscientemente transformar o cambiar una creencia.
…y ahora, ¿qué?
¿Sabes? Ya no pretendo convencer a nadie de nada. Para mí esta es una de las claves para convivir en armonía con mi entorno. Por supuesto, defiendo mis convicciones aunque simplemente con el fin de ser entendido, nunca para tener la razón (ni mucho menos para imponerla). Sobre todo tengo claro que, tal y como hemos visto, lo que hoy es verdad para mí, tal vez no lo sea dentro de un tiempo así que: ¿para qué tratar de convencer a nadie?
Repito: que no quieras convencer a nadie es perfectamente compatible con defender tus convicciones... La diferencia es que lo haces desde el respeto a la otra parte y desde tu propia convicción de que la persona que tienes delante ha vivido otra vida, ha tenido otras experiencias que tal vez la han llevado a conclusiones diferentes.
Te invito a que empieces a distinguir la realidad de tu realidad, te invito a que respetes al resto de seres humanos que tengan otras creencias (en el ámbito que sea) ya que no se trata de debatir quién tiene razón: nadie la tiene y todos la tenemos. Solo son ideas en nuestra cabeza.
Lo realmente importante aquí es: ¿en qué tienes que creer para vivir en paz contigo mismo/a y con los que te rodean?
En este mundo traidor /
nada es verdad ni mentira /
todo es según el color /
del cristal con que se mira.
Hola Rafa!
Grandes verdades. Sabios versos.
Me alegra verte por este espacio!
Iván
Es genial poder darse cuenta de la energía que se puede malgastar en defender una opinión, y del peligro de destrucción que tiene, sólo porque lo asociamos a lo que tenemos que defender.
Usa está al norte de méxico!!!???
Pues yo sali de méxico por el sur y despues de mucho tiempo me encontre en nueva york!!! Habrá otra forma de llegar??? ?
Efectivamente… todo es relativo! 😉
Muy buen artículo, por cierto, Iván
Gracias! Me alegra verte por este espacio 😉
Me encanto el artículo.. lo leí más de una vez !!!
Hola Rocy!
Bienvenida a este espacio. Me alegra mucho saber que de algún modo este artículo te ha servido 🙂
Abrazos!
Iván
Iván, me ha encantado, no solo lo que dices (que me ha servido mucho), sino la forma en que lo dices: con humor, respeto, sabiduría y un orden fenomenal. Mientras he leído tus artículos y otros materiales buscando superar los obstáculos que me impiden dar el salto cuántico a una mejor forma de ver la vida, regresa a mi mente aquel sabio refrán: “cuando el alumno está listo, surge el maestro”. Y en este caso, varios maravillosos maestros que me iluminan con sus palabras y experiencia. Mil gracias y bendiciones por tan hermoso legado. Desde la ciudad de Guatemala.
Muchísimas gracias por tus palabras Rosemi; me encanta saber que de algún modo estas líneas cumplen su función 😉
Un fuerte abrazo!!!
Iván